La falta de certeza en la credibilidad de la calidad impide el comercio internacional y, por lo tanto, no debe ser un tema que se pase por alto. Esto fue especialmente cierto para los países en desarrollo, donde a menudo hay una falta de autoridades creíbles para distinguir los productos de mayor calidad de los productos de menor calidad. Más importante aún, los compradores a menudo asocian la baja calidad de las exportaciones con estos países.
Como resultado, las empresas que realmente son capaces de producir productos de alta calidad se encuentran en una posición débil cuando negocian por un buen precio. Los estándares de gestión de calidad pueden ser una manera efectiva de aliviar este problema de asimetría de información y promover las exportaciones de los países menos desarrollados.
Las empresas implementan ISO 9000 por tres razones principales:
Para obtener la ISO 9000, se requiere que una empresa establezca procesos y procedimientos de gestión de calidad por escrito que especifiquen una política y objetivos de calidad internos junto con revisiones e informes regulares a través de auditorías acreditadas de terceros. Las empresas deben proporcionar capacitación a los miembros del personal y designar un representante de calidad para coordinar la implementación de los sistemas de gestión de calidad. Este amplio requisito permite que ISO 9000 sea un agente creíble para mejorar los sistemas y procedimientos de calidad interna de una empresa.
Las certificaciones de calidad también permiten a las empresas, especialmente aquellas ubicadas en países en desarrollo como China, enviar señales a potenciales compradores internacionales sobre la calidad de sus productos. La identificación de vendedores de alta calidad ha sido un tema central en torno al comercio internacional porque los atributos deseables son a menudo complejos y difíciles de medir. Las diferencias lingüísticas y culturales dificultan aún más la credibilidad en la comunicación internacional y afectan negativamente la confianza de los compradores internacionales, lo que lleva a altos costos de transacción para los compradores que intentan identificar con precisión a los exportadores de alta calidad. Este es particularmente el caso de los vendedores de países en desarrollo que a menudo se encuentran en una posición de desventaja porque los compradores a menudo perciben estándares de calidad más bajos a partir de una imagen de producto generalmente negativa en estos países. Las certificaciones de calidad pueden proporcionar señales creíbles sobre la calidad de los productos de las empresas de los países en desarrollo, lo que permite a los compradores internacionales diferenciar entre productos de alta y baja calidad del mismo país.