La globalización -y todo lo que ésta acarrea en cuanto a comercio, tecnología y comunicaciones- dejó de ser algo de la ciencia ficción para convertirse en una realidad. Día a día son más las empresas que se suman al gigantesco abanico de organizaciones con miras a exportar sus productos o servicios. En este orden, los tratados de libre comercio son una excelente oportunidad para catapultar productos, abrir plazas y llegarle a millones de consumidores potenciales.
Aún así, con toda oportunidad llegan obstáculos por superar. Las empresas no solo deben ser conscientes de que en un escenario de apertura de mercados la competencia es inmensa (sea por calidad, precios, oportunidad, capacidad, etc.), sino que deben -a su vez- estar preparadas para afrontar estos retos que implican competir con empresas de otros países. En resumidas cuentas, este es un escenario en donde se debe dejar de pensar y actuar localmente, y comenzar a pensar y actuar globalmente.
De esta manera se vuelve indispensable y estratégico que las organizaciones comiencen a implementar Sistemas de Gestión (SG) con el fin de alcanzar la competitividad empresarial y conducir sus negocios por la ruta de la calidad.
Fuente: Revista Acreditando